Dentro de las actividades centradas en la agricultura desarrolladas por Ibercide el próximo 16 de febrero se organiza una jornada técnica centrada en cultivos, hasta hace pocos años llamados «menores», que en la actualidad están suponiendo un elemento principal de la actividad frutícola en algunas partes de España.
El sector de la fruticultura se encuentra en un proceso de transición. Por un lado, elementos como la transformación marcada por las economías de escala del sector, la internacionalización y globalización de los intercambios, los hábitos de consumo y los requerimientos o exigencias de la distribución están acelerando algunos cambios importantes para el sector de la fruta dulce. Esos cambios han provocado una mayor competitividad entre zonas productoras con un ajuste constante de costes y precios a la baja y a una mayor especialización.
Cada zona será más competitiva en la medida en que sea capaz de producir las especies más adaptadas a sus condicionantes edafoclimáticos. Bajo esta premisa el sector productor de fruta ha experimentado en España una profunda transformación en los últimos 20 años caracterizada por el progresivo incremento de las especies de hueso, en particular el melocotonero, y un retroceso de las especies de pepita, en particular del manzano y en menor medida el peral. La producción de manzana de los años 80 se ha reducido a casi la mitad y se trasvasado principalmente al melocotonero y también a otras especies de hueso como el cerezo y el albaricoquero, por su mejor adaptación a las principales zonas productoras, situadas mayoritariamente en zonas de llanura. Ello ha posibilitado la obtención de producciones de calidad y con menores costes de producción con respecto a otros países productores de la Unión Europea como Italia y Francia.
A pesar de la importante reconversión realizada, tanto en especies como en variedades, la situación actual es preocupante especialmente para el melocotonero por un exceso de oferta, la segmentación del sector y la falta de calidad en destino que no permite recuperar el bajo consumo actual. A ello se une la presión de los precios a la baja por la gran distribución, muy importante en los mercados de exportación. En peral la situación es compleja. Así a la baja innovación varietal típica de la especie se añade la creciente dificultad de su cultivo por la no disponibilidad de reguladores de creciente eficientes para variedades vigorosas como ‘Blanquilla’ y la presencia de fuego bacteriano en todas las zonas productoras, lo que ello supone un incremento en el coste de producción.
Ante esta perspectiva es lógico pensar en especies complementarias a las que hasta ahora habían sido la base tradicional del sector frutícola español. Algunas de estas ya son en la actualidad muy importantes en diversas zonas de producción como es el caso del cerezo, el albaricoquero, el ciruelo americano en Extremadura o el kaki en la Comunidad Valenciana. Las nuevas variedades y una eficiente tecnología de producción pueden aportar un valor añadido de cara al futuro en la mayoría de ellas, ante una situación en que la producción del melocotón es excesiva en comparación con su consumo.
Para obtener más información pueden consultar el folleto informativo Jornada Frutales 16 Feb. 2016.
De todo ello, coordinado por el Dr. Ignasi Iglesias tratará la Jornada programada por Ibercide y de la que se puede acceder a más información e inscripciones a través de la siguiente dirección: Inscripciones e información.